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Me acabo de despertar, todavía no he desayunado, rápidamente voy al ordenador, no quiero olvidarme de este hermoso sueño que tenido, soñé contigo Sally.

Mis sueños suelen ser historias extrañas, a veces con un orden extraño, esta vez no fue la excepción. Además a medida que voy escribiendo este escrito voy olvidando el sueño.
Estaba yo en lugar con mucha gente, un grupo de música tocando en un escenario, lastimosamente no era Las Pastillas del Abuelo, por alguna extraña razón veo 2 bateros, aunque uno me llamó mucho la atención, no era batero despues de todo, no eran unas baquetas las que tenía el batero ese por así decirlo, eran unos palillos que en los extremos con una protuberancia, que hacía que el sonido sea muy diferente por supuesto. Además de eso, ese batero usaba un sistema de poleas que hacía que suene otra parte de su batería mientras el marcaba el tempo con sus palos. Al poco rato salgo del predio ese, voy al baño y pude notar un muñeco muy extraño, manufacturado con 2 botellas y algunos plásticos y/o maderitas, se parecía a un payaso estilo Bozo, me recordó al payaso de McDonald's y a Pogo el payaso. Cambio de escena repentina por culpa de borrosidad de mi sueño. Estoy en la casa de mi tía Carmen jugando PS3 y te llamo por teléfono, tu voz sonaba diferente, trato de tener un trato normal, ya que sabía que no era para nada tu voz y no quería quemarte con esa persona. Le pregunto quién es, y me dice que es tu madre, no sé si será tu madre, pero eso me dijo la voz en el auricular.
Me voy al shopping, es un shopping imaginario que siempre sueño, es muy parecido al Shopping del Sol y Mariscal López, pero no es ninguno de los dos, es simplemente el Shopping imaginario. Estabas conversando con alguien, ya no puedo recordar su rostro o rostros, ya se me está volviendo borroso, los sueños lastimosamente se olvidan cuando uno se levanta, por eso estoy tratado de escribir acostado(?) hahaa.
Al parecer era alguien mayor, tu padre quizás, o tu madre, eran 2 personas, no creo que sean ellos 2 al mismo tiempo, pero si uno de ellos.
Yo me siento a unos escasos 2 metros de ustedes, era lo suficientemente cerca como para escuchar lo que decían pero lo suficientemente lejos para que no sospecharan que era a yo. Me hiciste entender que no era el momento para vernos, pero rápidamente tus acompañantes se alejaron y pudiste venir junto a mí. Te abracé tan fuerte que te levanté unos 20 centímetros por ahí del suelo. Ese fue un momento muy bueno. Paseamos, charlamos, comimos vizzio y luego llegamos a un lugar en la calle, en donde había una carroza tirada por un caballo, le pagué al señor que lo cuidaba, y nos subimos a la carroza para sacarnos unas fotos y cuando nos íbamos a bajar el caballo pierde el control y caes, te sostienes por algo para no caerte totalmente, pero estabas a punto de caerte a la calle, yo me sentía asustado, pero te ayudé a subirte nuevamente hasta que el caballo paró y pudimos bajar. Aquí otra vez nos abrazamos y todo el resto se me pone borroso. Recuerdo que fue hermoso, pero ya no recuerdo que pasó. Los sueños son así, se guardan en lo más profundo de nuestros corazones, ocultos de nuestra mente. Nuestro corazón no se olvida, mas nuestra mente sí. Estarás siempre en mi corazón Sally. Lástima que no nos vayamos a ver en el concierto de Las Pastillas del Abuelo, yo quería en realidad irme contigo, aunque sabía que no era el mejor lugar para vernos. Espero verte con la mayor presteza posible para decirte algo importante.


Abraham Franco